Veo caer las hojas, como lágrimas que caen por un rostro...
Luego, las sonrisas son, como las flores que brillan en la primavera... Si nevase en esta época, raro sería; pero si no lloviese, extrañaría el agua. Sin otoño florecen las raíces..."
Fuente: Reflexiones de D.
Otoños...
Me apasiona esta época del año.
Vengo de tierras cálidas donde no existe el otoño y cuando nos visita es casi imperceptible!!!
A veces, cuando siento que me quedo sin fuerzas para continuar, cuando parece que voy a desfallecer, con el otoño vuelvo a nacer...
Los colores...Los olores...
Para muchos, el otoño es una estación "agradable".
El otoño es la época del año en que la naturaleza se exhibe en todo su esplendor para que la admiren (y la disfruten). El otoño tiene alma propia. Es tranquilo. Es paso. Es transición...
El otoño relaja, tranquiliza, me alegra y me emociona. Me permite ver y disfrutar de la naturaleza mucho más que durante cualquier otra época del año. Me atraen sus lluvias. Esas lluvias que ayudan al cambio de color en las hojas de los árboles, a la vez que tiñen de dorado, de rojo y que colocan una pincelada de verde en todos los paisajes.
Para mí, el otoño es época de meditación...
El otoño es época de soledad. De la soledad elegida que a veces necesito para conocerme mejor...
¿Qué muere en otoño?
Cada otoño vuelven a renancer mis ilusiones...
"¿Quién muere?
Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito,
repitiendo todos los días los mismos trayectos,
quien no cambia de marca,
no arriesga vestir un color nuevo y no le habla a quien no cocnoce.
Muere lentamente quien no viaja,
quien no lee,
quien no oye música,
quien no encuentra gracia en sí mismo.
Muere lentamente quien destruye el amor propio,
quien no se deja ayudar.
Muere lentamente quien pasa los días quejándose de su mala
suerte o de la lluvia incesante.
Muere lentamente quien abandona un proyecto antes de iniciarlo,
quien no pregunta de un asunto que dfesconoce o no responde
cuando le indanan sobre algo que conoce.
Evitemos la muerte en suaves cuotas, recordando siempre que estar
vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de
respirar.
Solamente la ardiente paciencia hará que conquistemos una
espléndida felicidad..."
Pablo Neruda.
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